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Una charla entre amigos los inspiró a crear un negocio que factura $40 millones

En 2018, tras una inversión inicial de u$s 500.000, Marcelo D’Abramo y Mariano Ruiz crearon Better Food. Con la marca Vrink apuestan por la movida plant-based.

Tenían 38 años y experiencia en el ecosistema empresarial. En 2018, Marcelo D’Abramo, con trayectoria en el mundo publicitario para marcas de consumo masivo y socio en varios emprendimientos gastronómicos, y Mariano Ruiz, al frente de una empresa familiar con más de 40 años en el mercado de aditivos para la industria alimenticia, vieron la oportunidad de unirse con un proyecto conjunto: Better Food.

Tras invertir u$s 500.000, provenientes de la rentabilidad obtenida de otros emprendimientos de los que forman parte, los jóvenes crearon una compañía de alimentos que apunta a mejorar la forma en que las personas se alimentan, creando productos con un aporte nutricional mejorado y haciendo, así, del mundo un lugar más saludable. Todas sus fórmulas se producen con ingredientes naturales.

¿El puntapié? Una charla informal, entre amigos, acerca del consumo de leche, carne vacuna y sus sustitutos. 

A través de la marca plant-based Vrink, los socios desarrollan y comercializan bebidas de origen vegetal. “Aunque popularmente se le llama leche, técnicamente no lo es. Al ser una bebida de origen vegetal, no tiene lactosa ni colesterol y es baja en calorías, lo que la hace más liviana y saludable”, comparte a Forbes D’Abramo, CEO de Better Food, la firma que emplea a 12 personas.

Los socios vieron que había una oportunidad: a nivel mundial, la alimentación plant-based viene creciendo: en los últimos dos años, el mercado europeo de alimentos elaborados a base de plantas creció 49%, con un total de ventas por 3600 millones euros, según el estudio El mercado de las alternativas vegetales en Europa: ¿cuál es su tamaño real?, elaborado por Smart Protein y Nielsen. En Estados Unidos, las ventas de alimentos elaborados a base de plantas registraron un alza de 27% durante 2020, con las bebidas vegetales como categoría líder: representan el 35% del mercado plant-based de ese país, con una facturación anual de US$ 2500 millones, de acuerdo a Plant-Based Foods Association y The Good Food Institute.

En América Latina, el 89% de los consultados se mostró interesado en consumir alimentos a base de plantas, según un sondeo de Ingredion y Opinaia hecho durante 2020. En la Argentina, la cifra alcanza al 78% de la población. De acuerdo a datos de la industria, los argentinos consumen unos 3,5 millones de bebidas vegetales al año, un mercado de unos $ 250 millones.

Vrink

Hoy, Vrink ofrece nueve variedades de bebidas: cuatro de almendras, dos de maní, una de avena y dos de coco. “Estaba convencido que la dieta plant-based era más eficiente que la dieta tradicional. En esta búsqueda de transformar mi alimentación y viviendo en el conurbano, encontré una gran limitación: no había productos plant-based en ningún lugar de mi zona”, agrega Ruiz.

Los primeros tiempos del emprendimiento no fueron fáciles. “Producir con materias primas importadas (N.de la R.: las almendras se importan de California) en un país de inestabilidad cambiaria fue el principal escollo. Lo superamos con buenas negociaciones con nuestros proveedores”, recuerdan los socios de Better Food, la firma que factura unos $ 40 millones anuales y con la que esperan crecer 30% en volumen para este año aumentando la oferta de productos.

Entre los principales hitos de la empresa desde su fundación, los socios se refieren a la formulación de sus productos y al proceso de industrialización, que requirió contar con la experiencia del equipo de SanCor que trabaja en la planta de Sunchales, en la provincia de Santa Fe. Hoy, aseguran, compiten con grandes del mercado lácteo, como La Serenísima, en la categoría bebidas vegetales, y Danone (que elabora la marca Silk). 

Los desafíos ante el Covid-19

La llegada del Covid-19 también planteó desafíos. Durante los primeros meses de la pandemia, las ventas se vieron afectadas por el cierre de los comercios pero, poco a poco, recuperaron su tendencia alcista, impulsada por las grandes superficies y el comercio electrónico. Así la empresa pudo seguir creciendo y generando nuevas categorías. “Otra firma de nuestro grupo es una agencia de publicidad especializada en comercio electrónico, lo que nos permitió rápidamente trabajar en la mejor forma de seguir acercando nuestro producto a nuestros consumidores”, comparten los socios.

Vrink opera a través de comercios de cercanía así como en supermercados y una red de distribuidores. Y la mirada está puesta en el largo plazo: “Tenemos como prioridad internacionalizar la marca de la mano de socios estratégicos en otros países como Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil para empezar”.

Vrink

En cinco años, planean estar trabajando en el desarrollo de mercados de mayor volumen y con mayor competencia. “Y en 10, con Better Food establecida como un referente de la categoría alimentos y bebidas saludables/naturales a nivel internacional”, sostienen.

Todo el porfolio de Vrink es vegano, se elabora sin conservantes, aditivos artificiales ni organismos genéticamente modificados (GMO), y aporta seis vitaminas, minerales, calcio y zinc. Las variedades de almendras y maní cuentan con la certificación sin TACC, mientras que la de avena es libre de gluten gracias al insumo elegido para su elaboración.

Nota original de Laura Mafud publicada en Revista Forbes